¿Qué es la Fobia a Volar?
La Fobia a Volar es un problema de magnitud creciente en los países industrializados. Se estima que aproximadamente un 10% de la población general no toma NUNCA un avión debido al miedo intenso a volar, mientras que el 25% siente una gran ansiedad cuando vuela y, a menudo, depende del alcohol o de los tranquilizantes para hacer soportable el viaje. La ansiedad no se limita exclusivamente al momento del vuelo en sí, sino que se extiende a los momentos previos (desde que la persona sabe que ha de tomar un avión, lo que puede suceder varios días o, incluso, meses de antelación) y a todas las situaciones relacionadas con el viaje (ir a una agencia de viajes a informarse acerca de los horarios, adquirir los billetes, preparar del equipaje, trasladarse al aeropuerto, facturar las maletas, esperar antes del embarque, etc.). Esta ansiedad anticipatoria es vivida de forma desagradable, alargando la “tortura” de viajar en avión. La interferencia de este miedo, tanto en el ámbito profesional como social, puede acarrear penosas consecuencias a las personas que reiteradamente evitan utilizar este método de transporte.
Curiosamente, sin embargo, este temor no se corresponde con el grado de seguridad del transporte aéreo. El índice de mortalidad es de 0.03 muertos por cada millón de pasajeros, y el de siniestralidad es aún más favorable: un accidente de entre un millón de viajes, sin que este accidente tenga que ser necesariamente mortal (Rubio, Cabezuelo y Castellano, 1996). Los datos del informe del National Transportation Statistic realizado en 1985 son reveladores en cuanto que viajar en avión es:
- 29 más seguro que viajar en coche
- 18 veces más seguro que estar en casa
- 10 veces más seguro que estar en el trabajo
- 8 veces más seguro que caminar por la calle
- 6 veces más seguro que la posibilidad de ser asesinado por el cónyuge u otro familiar
- 4 veces más seguro que viajar en tren
A modo de ejemplo, un avión 727 tendría que sufrir un accidente cada día sin que hubiera supervivientes, para que la cifra de muertes fuera similar a la de muertes en carretera que se producen cada año (Rubio, Cabezuelo y Castellano, 1996).
¿En qué consiste el tratamiento?
Componentes: educativo, relajación (entrenamiento en respiración), exposición en vivo, exposición en RV, prevención de recaídas
A quién va dirigido. A todas aquellas personas que tienen una imposibilidad de tomar un avión por la ansiedad tan elevada que sienten, o aquellas, que aún consintiendo en ir en avión, sienten un terrible malestar durante el vuelo debido a este temor.
La Fobia a Volar es un problema de magnitud creciente en los países industrializados. Se estima que aproximadamente un 10% de la población general no toma NUNCA un avión debido al miedo intenso a volar, mientras que el 25% siente una gran ansiedad cuando vuela y, a menudo, depende del alcohol o de los tranquilizantes para hacer soportable el viaje. La ansiedad no se limita exclusivamente al momento del vuelo en sí, sino que se extiende a los momentos previos (desde que la persona sabe que ha de tomar un avión, lo que puede suceder varios días o, incluso, meses de antelación) y a todas las situaciones relacionadas con el viaje (ir a una agencia de viajes a informarse acerca de los horarios, adquirir los billetes, preparar del equipaje, trasladarse al aeropuerto, facturar las maletas, esperar antes del embarque, etc.). Esta ansiedad anticipatoria es vivida de forma desagradable, alargando la “tortura” de viajar en avión. La interferencia de este miedo, tanto en el ámbito profesional como social, puede acarrear penosas consecuencias a las personas que reiteradamente evitan utilizar este método de transporte.
Curiosamente, sin embargo, este temor no se corresponde con el grado de seguridad del transporte aéreo. El índice de mortalidad es de 0.03 muertos por cada millón de pasajeros, y el de siniestralidad es aún más favorable: un accidente de entre un millón de viajes, sin que este accidente tenga que ser necesariamente mortal (Rubio, Cabezuelo y Castellano, 1996). Los datos del informe del National Transportation Statistic realizado en 1985 son reveladores en cuanto que viajar en avión es:
- 29 más seguro que viajar en coche
- 18 veces más seguro que estar en casa
- 10 veces más seguro que estar en el trabajo
- 8 veces más seguro que caminar por la calle
- 6 veces más seguro que la posibilidad de ser asesinado por el cónyuge u otro familiar
- 4 veces más seguro que viajar en tren
A modo de ejemplo, un avión 727 tendría que sufrir un accidente cada día sin que hubiera supervivientes, para que la cifra de muertes fuera similar a la de muertes en carretera que se producen cada año (Rubio, Cabezuelo y Castellano, 1996).
¿En qué consiste el tratamiento?
Componentes: educativo, relajación (entrenamiento en respiración), exposición en vivo, exposición en RV, prevención de recaídas
A quién va dirigido. A todas aquellas personas que tienen una imposibilidad de tomar un avión por la ansiedad tan elevada que sienten, o aquellas, que aún consintiendo en ir en avión, sienten un terrible malestar durante el vuelo debido a este temor.
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